Según la tradición suiza, en Pascua viene el “Osterhase”, el conejo de Pascua para traer a los niños huevos pintados y pequeños nidos con algo de chocolate. Para el conejo solo, lógicamente esto supone mucho trabajo. Así que le ayudan muchas manos pequeñas, para que el “Osterhase” pueda esconder los nidos antes de las vacaciones en el jardín del colegio y los niños puedan buscarlos ahí… ¡Feliz Pascua!

Un ejemplo único de la importancia de la formación continua
Un grupo de científicos suizos ha conseguido, gracias a unos implantes inalámbricos, que un hombre que sufrió una lesión medular que paralizó por completo la parte inferior de su cuerpo pueda caminar con total naturalidad