Según la tradición suiza, en Pascua viene el “Osterhase”, el conejo de Pascua para traer a los niños huevos pintados y pequeños nidos con algo de chocolate. Para el conejo solo, lógicamente esto supone mucho trabajo. Así que le ayudan muchas manos pequeñas, para que el “Osterhase” pueda esconder los nidos antes de las vacaciones en el jardín del colegio y los niños puedan buscarlos ahí… ¡Feliz Pascua!

Innovar para un futuro mejor: sostenibilidad sobre raíles
El ejemplo suizo de paneles solares entre vías férreas nos inspira a seguir educando en innovación y respeto por el medio ambiente