Tal y como podemos comprobar cada día en el Colegio Suizo de Madrid, la formación continua es indispensable para estar preparados en cualquier campo. Sin embargo, si hay uno en el que la investigación es fundamental es la medicina.
Gracias al trabajo de los profesionales, los avances en este ámbito nos han permitido vivir mucho mejor y conseguir logros que hasta hace no demasiado parecían inalcanzables. Como el que ha cosechado un equipo de investigadores suizos, que ha informado que un hombre que quedó paralizado en la parte inferior de su cuerpo debido a una lesión medular puede caminar con naturalidad, ponerse de pie y subir escaleras gracias a unos implantes inalámbricos y una tecnología que restablecen la comunicación entre su cerebro y la médula espinal.
Gert-Jan, de 40 años, quedó paralítico después de sufrir una lesión medular en un accidente de bicicleta. Así, los científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana desarrollaron un «puente digital» conocido como interfaz cerebro-ordenador (BCI) para restablecer la comunicación. Este sistema transforma los pensamientos en acciones.
De este modo, se implantaron electrodos en la región del cerebro responsable de controlar los movimientos de las piernas y se colocó un neuroestimulador conectado a una guía de electrodos en la región de la médula espinal que controla el movimiento de las piernas.
Los primeros implantes decodifican la intención de movimiento del paciente y envían la información a un dispositivo que la traduce en estimulación para inducir el movimiento deseado. Con ello, se evitarán lesiones y se restablecerá la comunicación entre las dos regiones del sistema nervioso central que están desconectadas. Además, el puente digital funciona de forma inalámbrica, lo que permite al paciente moverse de forma independiente.
Gracias al puente digital, Gert-Jan ha recuperado el control natural sobre el movimiento de sus piernas paralizadas, experimentando un cambio significativo en su vida y recuperando funciones neurológicas que había perdido desde su accidente. Además, los investigadores han observado mejoras en sus percepciones sensoriales y habilidades motoras, incluso cuando el puente digital está apagado, lo que sugiere la formación de nuevas conexiones nerviosas.
Los científicos creen que esta tecnología podría adaptarse para ayudar a pacientes a recuperar las funciones del brazo y la mano, así como a personas que quedaron paralizadas tras un accidente cerebrovascular. La investigación se ha publicado en la revista Nature y se está desarrollando una versión comercial del puente digital en colaboración con la empresa ONWARD Medical.
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