En el ámbito social en general, y en el educativo en particular, los valores desempeñan un papel crucial al moldear nuestras interacciones diarias y forjar conexiones duraderas entre individuos. Son estos valores los que aportan integridad, empatía e inspiración a nuestras vidas, marcando la pauta para una convivencia más rica y significativa.
Pautas que tratamos de inculcar cada día en el Colegio Suizo de Madrid y que nos gustaría ejemplificar con una conmovedora situación que ilustra esta premisa, como es el encuentro entre el joven tenista Izyan «Zizou» Ahmad y la leyenda del tenis Roger Federer, en el año 2022.
La historia se remonta a una conferencia de prensa en el Abierto de Estados Unidos de tenis de 2017, donde Zizou, con tan solo siete años, se dirigió a Federer con una pregunta que sorprendió a todos: «¿Puedes seguir jugando durante ocho o nueve años para que pueda jugar contra ti cuando sea profesional?» Más allá de las risas, la respuesta de Federer resonó con una promesa, una pequeña promesa, que cobraría vida cinco años después en Suiza.
Este relato va más allá de una mera campaña de relaciones públicas; encapsula la esencia misma de por qué los valores son piedras angulares en la construcción de relaciones significativas. La promesa, un valor fundamental, se convirtió en un hilo conductor que atravesó el tiempo. Federer no solo cumplió con su palabra, sino que también demostró cómo la integridad, incluso en situaciones aparentemente insignificantes, puede ser un faro de confianza en nuestras relaciones cotidianas.
La empatía, otro valor esencial, se despliega en este relato de manera conmovedora. El abrazo de Federer y el juego conjunto fueron mucho más que actos simbólicos; fueron manifestaciones tangibles de la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás. En un mundo donde la indiferencia a menudo prevalece, estos gestos revelan cómo la empatía puede transformar encuentros casuales en experiencias profundamente significativas y duraderas.
La historia también destaca la importancia de inspirar a las generaciones más jóvenes. Federer no solo es un maestro del tenis; es un modelo a seguir que trasciende las canchas. Su disposición a dedicar tiempo a un joven admirador no solo deja una impresión en Zizou, sino que también envía un mensaje poderoso sobre el impacto positivo que las figuras influyentes pueden tener en las vidas de quienes los admiran.
En última instancia, la historia de Zizou y Federer nos insta a reflexionar sobre cómo incorporar estos valores en nuestras propias vidas. La promesa, la empatía y la inspiración son elementos fundamentales que no solo definen la grandeza en el deporte, sino que también son esenciales para construir sociedades más fuertes y compasivas. En un mundo donde las acciones hablan más que las palabras, la historia de Zizou y Federer nos invita a considerar cómo podemos, a través de la incorporación de estos valores, marcar la diferencia no solo en nuestros logros individuales, sino también en las vidas de aquellos que nos rodean.
Foto: Redes sociales @settenisok