Cualquiera que viva en una ciudad, grande o pequeña, sabe de la importancia que tiene contar con un buen servicio de transporte público. De su eficiencia depende buena parte de nuestro día a día y, desde luego, los habitantes de Zúrich no tienen por qué preocuparse en este sentido.
La ciudad suiza ha sido elegida como la segunda urbe del mundo mejor preparada en transporte público (solo por detrás de Hong Kong), y en el quinto lugar en el Índice de Preparación para la Movilidad Urbana, según la última edición de un estudio mundial anual de 60 ciudades realizado por el Foro Oliver Wyman y el Instituto de Estudios del Transporte (ITS) de la Universidad de California en Berkeley.
El Índice es una clasificación de 57 indicadores clave de rendimiento cuantitativos y cualitativos que miden el impacto social, las infraestructuras, el atractivo del mercado, la eficiencia del sistema y la innovación. Los resultados del Índice muestran que las redes de movilidad eficientes y equitativas son motores clave de la vitalidad económica y la sostenibilidad medioambiental.
De este modo, el estudio dice que el sistema de transporte público de Zúrich es “eficiente, asequible y casi siempre accesible a pie”. Según el informe, la mayor ciudad de la Confederación Helvética también se beneficia de la “excelente” red ferroviaria suiza, además de subrayar que sus carreteras (como las del resto de Suiza), son “seguras y de alta calidad”, lo que beneficia a los peatones y se traduce en bajos índices de víctimas mortales.
El Urban Mobility Readiness Index también destaca que la estructura de control del tráfico incentiva el buen comportamiento al volante, mediante un sistema de multas exponencial y, en última instancia, basado en los ingresos. Añade, asimismo, que los atascos no son un problema importante y la calidad del aire es muy buena.
Un nuevo plan director en 2023 y varios aspectos a mejorar
Zúrich tiene previsto publicar un plan director avanzado en 2023, que probablemente integrará el espacio urbano y social con el transporte, además de incorporar una visión climática urbana y una agenda para su aplicación en las próximas décadas.
Sin embargo, los autores del informe alertan de que la dependencia de la ciudad respecto a los tranvías podría hacer que se quedara rezagada respecto a las ciudades basadas en el metro, ya que la automatización del suburbano ha progresado mucho más rápido. Otro hándicap que apuntan es que, a pesar de las fuertes inversiones públicas en movilidad, Zúrich alberga pocas empresas de movilidad, lo que limita el acceso a financiación privada para mejoras infraestructurales, como el tránsito autónomo.
En cuanto a movilidad compartida, Zúrich también va a la zaga de sus homólogos europeos, ya que las tasas de uso son bajas y relativamente pocas empresas prestan servicios. Por otro lado, la cautela de la ciudad con respecto a las tecnologías de vehículos autónomos conectados puede ponerla en desventaja en la movilidad de próxima generación. En cierto modo, consideran, “Zúrich es un ejemplo de adopción lenta de la tecnología”: El gobierno municipal no ha invertido en tecnología relacionada con la autonomía o la conectividad.
Foto de Sergio Zhukov en Unsplash