El tabaco es, sin duda, una de las asignaturas pendientes que queda en Europa (en realidad en todo el mundo) en cuanto a adicciones a evitar se refiere. Bien es cierto que se trata de un producto que, a pesar de que son conocidos sus efectos nocivos, sigue gozando de cierta permisión social, pese a los esfuerzos por parte de las autoridades sanitarias para desaconsejar su consumo.
En este sentido, Suiza era uno de los últimos países del entorno occidental que seguía permitiendo la publicidad de los fabricantes de tabaco. Y lo decimos en pasado porque, desde el 13 de febrero queda prohibido en el país «cualquier forma de publicidad que llegue a niños y jóvenes” que tenga este elemento como protagonista.
Esta decisión, aprobada en referéndum (con un 56,6% de votos favorables) tras una iniciativa popular puesta en marcha en 2018 por una alianza de grupos de salud, organizaciones deportivas, médicos y profesores, implica por tanto que los anuncios de cigarrillos y otros derivados, así como el patrocinio de las empresas tabacaleras, ya no está autorizada.
La iniciativa, que podemos traducir como «Sí a la protección de los niños contra la publicidad del tabaco», pone así fin a varios años de lucha para restringir este tipo de publicidad en Suiza. Cabe recordar que la República Helvética es sede de varios de los “gigantes del tabaco” y se caracteriza por tener algunas de las leyes más laxas del mundo en este aspecto. De hecho, es uno de los 13 países que aún no ha ratificado el tratado de control del tabaco.
Sea como fuera, la mayoría de los 26 cantones del país respaldaron la propuesta de endurecer las restricciones a la publicidad del tabaco. Tal y como afirmó Grégoire Vittoz, director de la ONG ‘Addiction Switzerland’, este resultado marca un «gran paso adelante» en la lucha contra el tabaquismo en la nación. Una gran noticia para un futuro más limpio y saludable.
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