Una de las máximas del Colegio Suizo de Madrid en su propuesta educativa es que, además de con la lógica formación académica, los alumnos que salgan de aquí deben ser completos, autónomos y conscientes de su potencial personal. En otras palabras, personas avezadas en aprovechar las oportunidades del mundo global y tecnológico.
Por eso nos gustan historias como la del grupo de estudiantes de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH), conocido como alfa-Centauri, que se ha unido al World Solar Challenge en Darwin, al norte de Australia, conduciendo un coche solar construido con sus propias manos en una carrera de 3.000 kilómetros a través del interior del país oceánico.
A pesar de las condiciones extremas, como temperaturas de hasta 50 grados y carreteras accidentadas con vientos cruzados peligrosos, los estudiantes quieren completar la carrera en cinco días, rotando conductores cada tres horas. El vehículo solar, llamado «Aletsch», pesa 188 kilos y funciona exclusivamente con energía solar, alcanzando velocidades máximas de 120 km/h.
Una vez más, se demuestra que los niños y jóvenes necesitan procesos de aprendizaje centrados en experimentar, descubrir y explorar, para en un futuro desarrollar iniciativas tan desafiantes como esta.
Imagen: ETH Zúrich