En nuestro entorno pedagógico la cercanía es de gran importancia y, al mismo tiempo, un gran desafío. La cercanía es un elemento fundamental para el respeto, la confianza y la estabilidad. Incluye el reconocimiento, la simpatía, el apoyo, la seguridad y el interés por la otra persona.
La cercanía adaptada a la edad (alumnado) y su grupo de interés (profesores, padres, empleados) respeta el derecho y el valor que la persona merece.
La cercanía, sin embargo, no puede ser discutida sin la distancia en la relación. Están estrechamente vinculadas. La falta de cercanía significa falta de humanidad, pero no guardar distancia conduce a una dependencia emocional que impide el desarrollo independiente y la auto-responsabilidad. Permitir la cercanía, por lo tanto, implica lidiar con la distancia. La cercanía enriquece la convivencia y dominar el equilibrio con la distancia asegura que la convivencia sea sana.