Estamos encantados con el Colegio Suizo, su proyecto educativo y sus metodologías pedagógicas realmente marcan la diferencia. Nuestros hijos van todos los días muy contentos a clase, es increíble el nivel de alemán que han adquirido, teniendo en cuenta que nosotros no hablamos ni una sola palabra de alemán.

El centro se sitúa en una ubicación privilegiada y desde muy pequeños nuestros hijos han tenido acceso a amplias zonas al aire libre para poder jugar y desarrollarse, esto se refuerza en Primaria, con clases que se realizan habitualmente al aire libre.

Se respira un ambiente multicultural familiar sin masificaciones y sin ostentación y la transparencia en la gestión reafirma nuestro sentimiento de pertenencia a una comunidad cercana, así como que estamos en buenas manos.

Estuve en el Colegio Suizo de Madrid de 2005 a 2018, donde obtuve mi Diploma de Madurez. He jugado al fútbol desde pequeño, estuve en la cantera del Real Madrid y gracias al Colegio y a la educación que me dieron pude venirme a Estados Unidos, donde conseguí una beca y me gradué en la Western Illinois University en Chicago en la carrera de Communication & Business y donde ahora voy a acabar un Master en GIT (Administración).

Del Colegio guardo muy buenos recuerdos, de mis compañeros, hice muy buenos amigos, estoy muy agradecido a los profesores, que conocían mi situación y me ayudaron en todo momento. Recuerdo muy buenos momentos: los campamentos de verano, las excursiones de esquí, clases divertidas en las que se aprendía mucho. 

A sus apenas 29 años, Carmen Escorial ha conseguido desarrollar una prometedora carrera laboral en la industria biofarmacéutica en Alemania, tras estudiar Biotecnología Molecular en la Universidad Politécnica de Valencia y finalizar un máster en la prestigiosa TUM (Technische Universität München) de Múnich.

Un extraordinario bagaje que ha completado antes de cumplir los treinta años y en el que ha sido determinante su paso por el Colegio Suizo de Madrid, donde, como ella mismo reconoce, pudo recibir una atención personalizada, posibilitando que sus virtudes fueran explotadas al máximo, o los tempranos intercambios a otros países para empaparse de otras culturas. Y, por supuesto, el aspecto diferencial que ha supuesto la enseñanza en cuatro idiomas, con el alemán como lengua vehicular, que le ha permitido, como a la mayoría de alumnos que salen del Colegio, dedicarse a lo que le apasiona.

Con sólo 32 años, Ana Torres tiene el Doctorado Internacional en Odontología en la Universidad del Sur de California y en la Universidad Complutense de Madrid, y dirige dos clínicas en Múnich.

Un éxito académico y profesional al que ha llegado tras formarse en España, Alemania y Estados Unidos, además de realizar prácticas internacionales en Corea del Sur y Japón, y en el que, como reconoce Ana, el Colegio Suizo de Madrid ha desempeñado un papel importante. Su experiencia en el CSM no sólo le ha abierto puertas por el aprendizaje de varios idiomas sino que le ha influido en su perspectiva de ver el mundo, basada en pensar más allá de lo convencional, dándole la posibilidad de afrontar “un futuro sin límites”.

Con solo 21 años, Daniela Guerrero ya ha trabajado en el Ministerio de Asuntos Exteriores suizo en España y actualmente continúa con su carrera en la Embajada Británica en Suiza.

Un hito que ha sido posible gracias a su grado en Relaciones Internaciones obtenido en la prestigiosa Universidad de St. Gallen, a la que accedió tras haber finalizado su educación en el Colegio Suizo de Madrid, donde recibió una formación académica integral, individualizada y multilingüe, que le abrió las puertas para realizar los estudios superiores donde ella quisiera y emprender con éxito su propio camino.

Soy antiguo alumno del Colegio Suizo de Madrid y soy Diseñador de Experiencias de Usuarios. Lo mejor del CSM es que es un colegio que te prepara para un futuro que todavía no se conoce. Cuando yo entré en el Colegio hace veinte años, junto con mis hermanos, que son mayores que yo, las profesiones en las que trabajamos ahora no existían en ese momento.

En el Colegio, además del conocimiento, te dan unas herramientas muy valiosas para trabajar sobre lo que todavía hoy no conocemos, como es la independencia, la creatividad, el pensamiento crítico y los idiomas, por supuesto. Así que no lo dudéis y confiad en el Colegio Suizo de Madrid para un futuro que todavía está por venir.

Una de las razones de ser del Colegio Suizo de Madrid es su vocación internacional. Un atributo esencial del CSM que, tal y como nos cuenta el antiguo alumno Pablo González (promoción 2021), le ha servido para facilitarle el camino de cara a obtener una beca de estudios para la Universidad de Connecticut, en EE.UU. Gracias a la beca deportiva por el fútbol estudia allí Management and Engineering for Manufacturing (MEM).

Explica que ha sido un orgullo haberse formado en el Colegio y destaca el apoyo recibido por parte de los profesores, quienes le han ayudado mucho. “Especialmente con el tema de entrenamientos, que a veces han interferido en mis estudios, me apoyaron con los contenidos de clases para seguir avanzando a pesar de mi carrera de fútbol”, subraya.

Nadya Jaziri Arjona se graduó en el Colegio Suizo de Madrid en 2014 y, desde entonces, quiso enfocar su carrera profesional en tratar de entender y ayudar a los demás. Por eso, se licenció en Antropología Social y Cultural en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y, desde 2020, se ha especializado en temas como la migración y la antropología forense desde una mirada sociocultural.

Ha trabajado como consultora forense para el Comité Internacional de Cruz Roja, como profesora asociada para la UAB y como investigadora independiente en distintos proyectos tanto a nivel internacional para la European Network Against Racism (ENAR) como a nivel nacional para la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya.

Del CSM valora que a temprana edad se inculque a los estudiantes la importancia de hablar en público para poner en práctica valores como el razonamiento crítico o la autonomía, y que tanto el alumnado como el profesorado provengan de distintos orígenes y formaciones, ofreciendo así, de manera orgánica y familiar, una mayor tolerancia, comprensión y respeto al otro.

Iniciamos nuestra relación con el Colegio Suizo en 2002, por proximidad, vivimos muy cerca. Nuestro hijo tenía dos años. Ahora cursa sus estudios universitarios en Alemania.

Éramos una pareja española sin conocimiento del idioma alemán. Algo que asusta a muchos padres. Lógico. Nos encontramos con un colegio familiar, cálido, en el que priman el juego, la socialización y el contacto con la Naturaleza en los primeros años. No se aturde a los pequeños con deberes y obligaciones. Tampoco los deberes son una carga en Primaria y Secundaria. Se trabaja en clase.

Se da una gran importancia a otros idiomas (inglés y francés) y a las Matemáticas, pero no se dejan de lado complementos tan importantes para el desarrollo personal como el Arte o la Música. Nuestro hijo pequeño continúa en el colegio, en Secundaria.

Mi experiencia en el CSM como alumna cuyos padres hablan en español.

Mi enseñanza en el CSM comenzó en el Prekindergarten, con 3 años. Desde entonces, el alemán forma parte de mi vida diaria y, aun no siendo mi lengua materna, me siento igual de cómoda hablando alemán que español. Muchos de los alumnos del Colegio Suizo tienen padres de habla alemana, pero éste no es mi caso ya que ninguno de mis padres habla alemán. Sin embargo, esa diferencia nunca me ha hecho sentir distinta o inferior a mis compañeros en lo que respecta al uso y dominio de la lengua.

Mi nivel de comprensión y vocabulario en alemán ha ido mejorando a lo largo de los años, ya que se une la enseñanza en el Colegio con aquello que aprendo fuera del Colegio.

Estamos encantados con el Colegio Suizo, su proyecto educativo y sus metodologías pedagógicas realmente marcan la diferencia. Nuestros hijos van todos los días muy contentos a clase, es increíble el nivel de alemán que han adquirido, teniendo en cuenta que nosotros no hablamos ni una sola palabra de alemán.

El centro se sitúa en una ubicación privilegiada y desde muy pequeños nuestros hijos han tenido acceso a amplias zonas al aire libre para poder jugar y desarrollarse, esto se refuerza en Primaria, con clases que se realizan habitualmente al aire libre.

Se respira un ambiente multicultural familiar sin masificaciones y sin ostentación y la transparencia en la gestión reafirma nuestro sentimiento de pertenencia a una comunidad cercana, así como que estamos en buenas manos.

Estuve en el Colegio Suizo de Madrid de 2005 a 2018, donde obtuve mi Diploma de Madurez. He jugado al fútbol desde pequeño, estuve en la cantera del Real Madrid y gracias al Colegio y a la educación que me dieron pude venirme a Estados Unidos, donde conseguí una beca y me gradué en la Western Illinois University en Chicago en la carrera de Communication & Business y donde ahora voy a acabar un Master en GIT (Administración).

Del Colegio guardo muy buenos recuerdos, de mis compañeros, hice muy buenos amigos, estoy muy agradecido a los profesores, que conocían mi situación y me ayudaron en todo momento. Recuerdo muy buenos momentos: los campamentos de verano, las excursiones de esquí, clases divertidas en las que se aprendía mucho.