Es un sentimiento que nos compromete y hace que nos involucremos en la causa o problema por el que está atravesando una persona o grupo. Por lo tanto, apoyamos su lucha, pues nos ponemos en su misma situación, sea de injusticia, de sufrimiento moral o físico o de cualquier otra índole.
Se llega a este sentimiento porque el ser humano, por naturaleza, desea la felicidad, tanto personal como colectivamente. Y siempre, en el camino de este logro, puede encontrar obstáculos que deberá salvar con el apoyo y la empatía hacia el otro, en aras de la justicia y la paz.