Die grosse Feier zum 50-jährigen Bestehen der Schweizer Schule und das Nachdenken über die Werte, die die Schule durchdringen und ihr den Rahmen für das Zusammenleben geben, führt Jacobo Pruschy, den Präsidenten des Schulvereins, zu Sokrates, der vor fast 2500 Jahren in Athen geboren wurde.
Das Lehrsystem des Philosophen beruhte auf einem methodischen Dialog, der dem Einzelnen durch gezielte Fragestellungen zu neuen Perspektiven und dadurch zu tieferer Einsicht und Erkenntnis verhelfen sollte. Dabei ging es ihm vor allem darum, Recht und Tugend von Unrecht oder Ungerechtigkeit zu unterscheiden. Dieses Wissen würde ihn dazu bringen, mit seinen Mitbürgern einvernehmliche Kriterien des Zusammenlebens zu teilen, gerecht zu handeln und sich auf diese Weise im gesellschaftlichen Leben angemessen zu verhalten. Für Sokrates ist es nicht möglich, sich schlecht zu verhalten, wenn man das Gute erkannt hat. Wahre individuelle Freiheit könne nur durch Selbstbeherrschung erreicht werden, die wiederum nur durch Wissen erreicht werden könne. Sokrates wurde zum Tode verurteilt, da er unfähig war, gegen seine Überzeugungen zu handeln. Seine Integrität war ihm wichtiger.
In diesem Sinne wünscht Jacobo Pruschy, Präsident des Schulvereins, der gesamten Schulgemeinschaft frohe Ferien und dankt allen Mitarbeitenden für ihre unermüdliche Arbeit.
Venimos de celebrar por todo lo alto la fiesta del cincuentenario. La andadura de nuestro Colegio durante estos más de cinco decenios está impregnada de los valores que siempre hemos compartido y que tan bien recoge nuestro libro conmemorativo. Gracias a ellos nos hemos dado a nosotros mismos un marco de convivencia que acatamos y respetamos. Esta reflexión me ha llevado hasta el gran filósofo griego Sócrates.
Hace casi 2.500 años Sócrates nació en Atenas. Sabemos que tenía una gran facilidad de palabra y que su sistema de enseñanza se basaba en la mayéutica, según la cual, el interpelado llega a sus propias conclusiones a través de un metódico diálogo. Podríamos decir, pues, que Sócrates no fue un orador, sino un preguntador profesional que ayudaba a quienes creían saberlo todo a adquirir una perspectiva diferente. Los objetivos que perseguía siempre fueron de naturaleza moral y educativa en relación con las instituciones griegas. Por ello le preocupaba conocer lo bueno y lo malo o la virtud y la injusticia.
En el camino hacia ese conocimiento Sócrates creía que el individuo aprendería a comportarse de una manera justa y a compartir con sus conciudadanos unos criterios de convivencia consensuados. Es decir, ese conocimiento lo conduciría a actuar correctamente, a discernir el bien del mal y, de esta manera, a obrar de forma adecuada en la vida social, o sea, a comportarse como un buen ciudadano ateniense.
Para Sócrates no era posible portarse mal conociendo el bien. La verdadera libertad individual se alcanzaría solamente a través del autodominio que, a su vez, solo se podría lograr gracias al conocimiento.
El final de Sócrates es la prueba de la esencia misma de este pensamiento. Ese obrar bien desde el conocimiento lo guía a la muerte, ya que es incapaz de traicionarse a sí mismo, tanto en el juicio al que se ve sometido como en su posterior sentencia de muerte. Sócrates entiende que debe obedecer la ley ateniense, aunque no esté de acuerdo con ella.
Quiso ser íntegro y actuar conforme a sus convicciones.
En ese sentido, deseo a toda la comunidad escolar unas muy felices vacaciones con un agradecimiento especial a todo el personal del Colegio por su incansable labor.
¡Nos vemos en septiembre!
Jacobo Pruschy
Presidente de la Junta Directiva