“Yo siempre soy positivo” es una de mis frases favoritas.
La actitud para afrontar los problemas, solo o en equipo, ayuda siempre a encontrar la solución correcta. Como persona y como profesional, el optimismo es condición indispensable para crecer, tener éxito y poder compartirlo con la gente que uno quiere.
El sentimiento de empatía con los demás y el saber adaptarse a cualquier situación social se aprenden desde muy pequeño en el CSM, donde se tiene muy en cuenta tanto la competencia individual como la interpersonal.
Y no podría ser de otra manera. Solo hace falta poner un pie en Prekindergarten y verás que te saludan simpáticos zapatos tirados por doquier a la entrada de la clase. Vivo reflejo de que la libertad no está exenta de responsabilidad y de que la imaginación te acompañará durante toda tu vida.