A pesar de que es un año muy distinto, poco a poco nos vamos sumergiendo en la época del Adviento y de la Navidad. Un periodo con muchas tradiciones compartidas en todo el mundo, y también con algunas intrínsecas de Suiza, como es el caso del “día de Nikolaus” («Samichlaus» en la Suiza alemana), que se celebra el 6 de diciembre.
Se trata de una festividad orientada sobre todo a los niños. Los más pequeños aprenden para esta jornada tan especial canciones y poemas (llamados Samichlaus-Sprüche), que luego recitan ante Samichlaus y su ayudante Schmutzli (“mugrosito” en español) quien pregunta a los niños si se han portado bien durante el año.

En un libro, Nikolaus tiene registrado quién se ha portado bien o mal y les hace comentarios sobre su comportamiento. Después de que los niños hayan recitado los poemas y cantado las canciones, el Samichlaus les regala un saquito de mandarinas y nueces e incluso alguna golosina.

Esta tradición no parte de ninguna historia de ficción, ya que San Nicolás existió realmente, ejerciendo en Mira, Anatolia (actualmente Turquía). Gracias a sus innumerables viajes fue nombrado patrón de los navegantes y también es el patrón de la localidad de Friburgo.