La escuela de padres es una iniciativa del Colegio Suizo de Madrid pensada para crear un espacio de aprendizaje y reflexión que permite a las familias tomar conciencia de sus modelos educativos y formas de actuar, así como de las necesidades que van surgiendo en las diferentes etapas.
Esta pretende actuar como una red de apoyo que permita a las familias seguir creciendo, generando nuevas estrategias y habilidades educativas, a través de charlas y otras actividades, para abordar problemas que puedan afectar a nuestros hijos.
Uno de ellos es, sin duda, el que atañe a la adicción a las nuevas tecnologías, tema que tratamos en el taller llevado a cabo el pasado 10 de junio de la mano de CEPC Salud Mental. Para profundizar sobre el mismo hemos hablado con el Psicólogo Clínico y director de este centro, Rúdiger Muñoz Rodríguez, quien ya impartió otros talleres en el Colegio sobre trastornos de alimentación y otro sobre ansiedad y depresión infantojuvenil.
¿Cuáles cree que son los principales desafíos a los que se enfrentan los alumnos en términos de adicción a las nuevas tecnologías?
La adicción a las nuevas tecnologías, especialmente entre los alumnos, se ha convertido en un problema creciente. Los desafíos a los que se enfrentan con las nuevas tecnologías son cada vez más preocupantes. Podría enumerar algunos como:
- La dependencia psicológica que puede generar el uso excesivo de redes sociales, videojuegos o aplicaciones. Una dependencia similar a la adicción a sustancias. Se trata de la necesidad constante de estar conectados, lo que implica un impacto negativo en su bienestar emocional.
- Un impacto en el rendimiento académico. La distracción constante afecta a la capacidad de concentración en tareas escolares y estudio. Suelen tender más a procrastinar y disminuye su rendimiento académico.
- Alteraciones en los patrones de sueño. Sabemos que la falta de sueño tiene un efecto directo en el estado anímico, concentración y rendimiento académico.
- El aislamiento social, que en ocasiones puede incrementar la timidez e incluso desarrollarse una fobia social.
- Los/as alumnos/as adolescentes están muy expuestos a riesgos como el ciberacoso. El bullying en línea puede tener efectos catastróficos en su salud mental.
¿Qué estrategias considera más efectivas para abordar este trastorno entre niños y adolescentes?
Estrategias como la psicoeducación en los centros educativos sobre el uso responsable de la tecnología, la promoción de actividades alternativas que no impliquen dispositivos electrónicos y el establecimiento de límites para el uso de pantallas, son consideradas estrategias efectivas para mitigar este problema.
¿Qué podríamos hacer como educadores y familia para ayudar a prevenirlos?
El papel preventivo de los educadores y la familia implica una combinación de límites claros, educar sobre los riesgos de la tecnología, fomentar alternativas saludables y el desarrollo de habilidades socioemocionales. Cuando la adicción ya adquiere mayor gravedad, será necesaria la intervención de profesionales en salud mental para abordar el problema.
¿Cómo afecta el uso excesivo de las nuevas tecnologías al bienestar emocional y mental de los alumnos en su opinión?
El uso excesivo de las nuevas tecnologías afecta gravemente el bienestar emocional y mental de los estudiantes, generando una serie de problemas como ansiedad, trastornos del estado anímico, problemas de sueño, aislamiento social y dificultades en el rendimiento académico. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la adicción a los videojuegos como un trastorno del comportamiento, lo que refleja la gravedad de este fenómeno.
La adicción a las redes sociales o los videojuegos se ha convertido ya en un problema que requiere de atención clínica. En algunos casos, esto puede llevar a una desconexión total de la vida diaria, afectando relaciones familiares, sociales y rendimiento académico.
¿Qué medidas se han ido implementando en los colegios para mitigar los efectos negativos de la adicción a las nuevas tecnologías entre sus alumnos?
Muchos centros educativos en España han implementado normas estrictas sobre el uso de dispositivos móviles, tabletas y ordenadores en el aula, incluyendo la prohibición de móviles durante el horario escolar, tanto en aulas como en recreos. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha promovido esta medida en varias escuelas públicas.
En lugar de eliminar por completo el uso de la tecnología, muchos centros están optando por fomentar una alfabetización digital responsable mediante los programas de educación digital y fomentando un pensamiento crítico y seguridad en Internet.
Otros centros han comenzado a usar plataformas que restringen el acceso a Internet o a ciertas aplicaciones durante el horario escolar, lo que ayuda a prevenir la distracción y el uso indebido de la tecnología en clase.
Todas las medidas que se van implementando se centran en promover un uso responsable y equilibrado de estas herramientas.
¿Qué cambios podrían implementarse en el día a día de los niños para promover una relación más saludable con la tecnología entre los alumnos dentro del entorno escolar y familiar?
Tanto en casa como en la escuela, es crucial establecer límites claros sobre el tiempo de pantalla y fomentar actividades alternativas que no dependan de dispositivos electrónicos.
En casa, los padres pueden fijar zonas y momentos libres de tecnología, incentivar la participación en actividades al aire libre, y fomentar el uso de herramientas digitales para el aprendizaje creativo. También es importante educar sobre el uso responsable de la tecnología y predicar con el ejemplo.
Desde los centros educativos, se pueden implementar normas sobre el uso de dispositivos, promover la alfabetización digital y organizar actividades sin tecnología que fortalezcan las habilidades sociales y emocionales de los estudiantes. Programas de educación emocional, días de desconexión digital y debates reflexivos sobre el impacto de la tecnología les pueden ayudar a desarrollar una relación consciente con las herramientas digitales, evitando la dependencia y promoviendo un uso constructivo.
¿Cuál es el impacto a largo plazo de los trastornos de la adicción a las nuevas tecnologías en el rendimiento académico y en el desarrollo personal de los estudiantes?
A largo plazo, la adicción a las nuevas tecnologías puede tener un impacto negativo considerable en el rendimiento académico, al disminuir la concentración, aumentar la procrastinación y reducir el interés en el aprendizaje. Además, puede afectar su desarrollo personal, contribuyendo a problemas de salud mental, limitando las habilidades sociales y fomentando comportamientos adictivos. Para mitigar estos efectos, es crucial implementar estrategias de intervención temprana.
¿Qué podemos hacer o qué pasos se deben seguir si se detecta un alumno con signos de alarma de adicción o posible adicción a las nuevas tecnologías?
Si se detecta un alumno con signos de adicción a las nuevas tecnologías, es crucial llevar a cabo una evaluación integral que incluya la observación de comportamientos y entrevistas con el alumno, sus progenitores y sus profesores. La intervención temprana debe implicar la comunicación con la familia para informarles sobre las preocupaciones y colaborar en el desarrollo de un plan de acción individualizado que incluya estrategias para limitar el tiempo de pantalla y fomentar actividades alternativas.
Cuando ya la adicción adquiere mayor gravedad, será necesaria la intervención de profesionales en salud mental para abordar el problema.
¿De qué recursos disponemos en Madrid para atender a esta problemática?
En Madrid, existen diversos recursos y servicios para atender la problemática de la adicción a las nuevas tecnologías y están diseñados para proporcionar apoyo psicológico especializado, educativo y social tanto a los jóvenes como a sus familias.
Contamos, por ejemplo, con los Centros de Salud Mental Infanto-Juvenil de zona, que ofrecen evaluación y tratamiento para problemas de salud mental, incluyendo la adicción a las tecnologías.
También contamos con unidades más especializadas como el Centro AdCom, ubicado en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Se trata de un dispositivo sanitario destinado a la detección y prevención de las adicciones comportamentales, a su tratamiento y a la investigación en este campo y puede acceder cualquier persona mayor de 12 años con aseguramiento público en la Comunidad de Madrid.
¿Cómo podemos distinguir un uso saludable de uno que no lo es de las nuevas tecnologías?
Un uso saludable de las nuevas tecnologías se caracteriza por un equilibrio en el tiempo de pantalla, una utilización productiva y educativa, y un impacto positivo en las relaciones y la salud. En contraste, el uso problemático se manifiesta en exceso de tiempo de pantalla, procrastinación de tareas importantes, impacto negativo en la salud mental y física, aislamiento social, y comportamientos compulsivos. Identificar estos patrones puede ayudar a distinguir entre un uso saludable y uno que requiere intervención.